a todo pueblo y nación

El tiempo ha avanzado inexorablemente, la narrativa bíblica nos señala desde el punto de vista histórico y espiritual que han pasado alrededor de dos mil años de la crucifixión y resurrección de Jesús el Hijo de Dios, dos mil años han pasado desde que como ciento veinte hombres en común acuerdo, unánimes, con fe, esperaron la promesa del advenimiento, de la venida, del Espíritu Santo prometida por Jesús, como está escrito: yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. (Juan 14:16-17) Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. (Hechos 1:4-


La llegada del Espíritu Santo en los reunidos en el aposento alto da comienzo, marca el nacimiento y principio de la expansión universal de la iglesia, el mandato de Jesús de ir a todas las  naciones, a toda criatura nos da la imagen de universalidad del evangelio, pero, también el relato del libros de los Hechos nos dice o nos testifican que la iglesia desde su propio nacimiento fue un testimonio de universalidad, señalándonos o confirmandos que la predicación y enseñanza de las buenas nuevas de salvación no estaban ni podrían estar limitadas a determinado grupo étnico o cultural, la universalidad del evangelio es esencial y forma parte de la identidad de la iglesia desde su mismo nacimiento; el evangelio, las buenas nuevas de salvación son para todo el mundo, para todo aquel que cree sin distinción alguna; Jesús dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen las Buenas Noticias a todos. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea, será condenado.(Marcos 16:16)


Los ciento veinte del aposento alto, estaban unánimes esperando la promesa, hablaban, comían, se saludaban, compartirían testimonios espirituales y de vida entre sí, pensarían, hablarían como sería el momento del cumplimiento de la promesa, pero, el pensamiento de Dios estaba más allá del pensamiento de los ciento veinte que estaban en el aposento alto; los caminos y pensamientos de Dios siempre están más alto que nuestros caminos y pensamientos, como lo estaban en aquel momento sobre los ciento veinte del aposento alto; ha dicho y dice Jehová nuestro Dios lo siguiente: Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. (Isaías 5 5:8-9).


Los del aposento alto estaban en la búsqueda de una promesa, estaban totalmente persuadidos de que el advenimiento del Espíritu Santo llegaría, estaban llenos de excelentes expectativas, sin embargo, el pensamiento de Dios estaba más allá del aposento alto, él estaba enfocado en llegar al mundo entero con las buenas nuevas de salvación, estaba preparando llegar a todas las naciones, se traía entre manos el primer evento  internacional para la predicación del evangelio, convocando de diferentes partes del mundo para que les fueran contadas las maravillas de Dios.


Había por aquellos días en Jerusalén judíos varones de todas las naciones que habían debajo del cielo (Hechos 2:5) que se advenían, que venían, que llegaban a Jerusalén debido a la celebración de la fiesta del Pesaj (pascua judía), en la fiesta de la pascua judía se celebraba la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto, el advenimiento, la llegada del Espíritu Santo iba más allá de un evento que afectaría cómo ciento veinte personas que esperaban ser envestidas del poder de Dios para ser testigos como Jesús lo anunció de la siguiente manera: cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra (Hechos 1:8)


Las escrituras nos indican que se encontraban allí habitantes de todas las naciones, señalando algunas de manera específica como: Partos, medos, elamitas, habitantes de Mesopòtamia, de Judea, de Capadocia, de Ponto, de Asia, de Frigilia y Panfilia, de Egipto, de las regiones de África más allá de Cirene y romanos aquí residentes, tantos judíos, como prosélitos, cretenses y Árabes; Dios planeó y ejecutó en su sabiduría superior, incomprensible e inesperada a la mente humana el lanzamiento del evangelio de forma masiva e intensiva; Dios estaba organizando un evento internacional de manera que todos pudieran entender en sus idioma su mensaje, para lograr este objetivo Dios ofició ese día de traductor ya que todos oyeron hablar en sus propios idiomas las maravillas de Dios, (Hechos 2:9-12) quedando demostrado que los pensamientos y caminos de Dios siempre están más allá de los pensamientos y caminos del hombre, y él es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos (Efesios 3:20), la impronta de Id a todas las naciones y a toda criatura quedaría marcada a fuego, no hay barreras lingüísticas, ni étnicas, ni culturales, el mensaje de Dios llega a todo el mundo a través de los que creen.


Pentecostés no solo fue un evento espiritual para los cómo ciento veinte del aposento alto, no solo fue el derramamiento de los diferentes dones espirituales, no fue tan solo un evento profético del derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne, y sobre todo siervo y sierva del Señor allí presentes (Joel 2:28-29) es el nacimiento de la iglesia en medio de una diversidad, de una variedad, de una multiplicidad de etnias, culturas e idiomas; la iglesia de Jesús desde su nacimiento queda marcada por la propia narrativa histórica y espiritual que no es una comunidad cerrada, sino que conlleva desde su génisis un A.D.N de universalidad con la impronta de id a toda nación y a toda criatura.


Han pasado como dos mil años del advenimiento del Espíritu Santo para quedarse en los hombres convirtiéndonos por la gracia de Dios en templo de Dios y morada del Espíritu (1 Corintios 3:16-17), a su vez podemos apreciar la universalidad del evangelio ya que se ha extendido por todo el mundo manteniendo viva la llama que comenzó en pentecostés allí en Jerusalén, muchas aguas han corrido por debajo de los puentes de la historia del cristianismo, hoy, entre el veintinueve y el treinta y uno por ciento de los habitantes del mundo profesan el cristianismo, sin embargo, la labor aun no ha terminado, el desafío, el mandato de ir a todo el mundo y a toda criatura sigue en pie hasta el último día, Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14)